LA
FUENTE
P.
Madoz en su Diccionario geográfico de España asegura: “Tiene
una fuente de buenas aguas”
En Villasinde “la fuente” guarda la historia del pueblo. Y
no sólo por ser el lugar de encuentro obligado para abastecerse
de agua, lavar o abrevar el ganado. La fuente, junto con la puerta de
la iglesia, era uno de los lugares de reunión del “concejo”.
Aunque quizás su papel más relevante fuera el lúdico
ya que al anochecer, después de la cena, la fuente era el punto
de reunión de la juventud que en un alarde de imaginación
maquinaban las historias más increíbles y divertidas que
se pueda imaginar. Muchas son las anécdotas que me contaron mi
padre y mis tíos de su juventud, en épocas duras y donde
sólo cabía agudizar el ingenio para poder divertirse. En
cierta ocasión simularon un entierro a las tres de la madrugada,
portando al “difunto” sobre un banco de madera, formando un
cortejo fúnebre con faroles hechos con velas rodeadas de hojas
de higuera y profiriendo fuertes gritos de dolor a modo de plañideras.
Recorrieron así todo el pueblo causando gran sobresalto a los que
dormían.
Hoy en día que el agua brota felizmente del grifo de las casas,
la fuente no ha perdido su importancia y la juventud en las noches veraniegas
sigue reuniéndose en ella para charlar y llevar a cabo las travesuras
propias de la edad.
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